Rafael Pérez-Taylor
Acercarnos al conocimiento que se debe tener sobre lo que ya no existe en el presente, como un tiempo que tiene en su haber la existencia misma de toda sociedad, responde a la necesidad de tener un vinculo con lo que ha desaparecido, esa necesidad adquiere sentido en la medida en que se construyen procesos de arraigo y semejanzas, que convalidan el tener un punto común con un origen dado para lograr la permanencia del grupo. En este sentido, todo pasado se convierte en una bisagra para que el futuro pueda tener posibilidades de organización a partir de su complementariedad con lo que ya no está en tiempo presente.