La ciencia de datos es fundamental en la ciencia aplicada porque permite a investigadores y profesionales analizar conjuntos de datos relativamente grandes y complejos, extrayendo conocimientos significativos que impulsan la innovación y las soluciones prácticas.
Además, la ciencia de datos acelera el ritmo de los descubrimientos en la ciencias aplicada al automatizar tareas rutinarias y descubrir patrones ocultos en los datos.