Linda Manzanilla y Leonardo López Luján (coords.)
El Posclásico-del 900/1000 de nuestra era al prolongado proceso que significó la conquista española-se caracteriza por la exacerbación de características ya presents desde el horizonte anterior como son: el aparato bélico; la gran movilidad demográfica; la inestabilidad política; el intercambio económico y la difusión de ciertos elementos culturales a larga distancia, los procesos de expansión hegemónica; el culto al dios Serpiente Emplumada cuyo fuego divino creían portar los gobernantes de los nuevos regímenes supraétnicos y el sacrificio humano multitudinario.