Estela Roselló Soberón
Vivimos en un mundo convulso, incierto, en el que todo parece estar en movimiento: cambian nuestras identidades, las relaciones con nosotros mismos, con los que nos rodean, con el entorno, el medio ambiente y con las otras especies; nuestras concepciones del poder y la autoridad, nuestras responsabilidades y derechos también se redefinen.