Las organizaciones influyen en la dinámica social porque definen y modelan el funcionamiento de individuos y grupos, a su vez, evolucionan de acuerdo con las necesidades sociales de los diferentes contextos sociohistóricos y son objeto de estudio en diversos campos disciplinarios por su relevancia como unidad y actor social. El conjunto de conocimientos científicos acumulados acerca de las organizaciones es muy amplío, no obstante, la participación social y la organización emergente de la sociedad civil, característica de la actual sociedad, muestran que ya no es suficiente explicar o copiar las mismas formas de estructura y funcionamiento útiles anteriormente a las industrias, los negocios o a las instituciones públicas. El principio prevaleciente sobre eficiencia y eficacia que reduce el valor del desempeño de las organizaciones a criterios contables y financieros requiere adicionar el valor de la efectividad basada en el conocimiento compartido como fuente, recurso y capacidad explícita en acción social efectiva que realizan las organizaciones para su propio desarrollo organizacional y asociativo para atender la complejidad de la “sociedad de las organizaciones” al incidir, de forma interdependiente, en la transformación social observable en la atención de carencias y necesidades sociales o en la innovación de la democracia institucional(izada) durante un ejercicio del derecho humano universal de agrupación.